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jueves, 28 de noviembre de 2013

Un sueño imposible, o no


Hotel Arts
Mmmmmmmm me gustas mucho! Tú cuantos plantas tienes?... Yo tengo 44, soy de acero, cristal verde y gris y vivo frente al mar Mediterráneo. Por qué no quedamos?..  

Torre Agbar, el Obús
Tu propuesta me parece muy interesante... En cuanto a mí: Tengo 144 metros. Soy de hormigón y acero, vidrio y aluminio. Y la piel se me ilumina los días de fiesta. Me llaman la Torre Agbar, pero yo prefiero que se dirijan a mí como “el Obús de Glorias”. Mayormente, porque este nombre tiene el artículo que corresponde al género masculino, que es el mío. ¿Tú que género tienes?  

Hotel Arts 
Me temo que tenemos los géneros cambiados... Porque tú eres un sueño recurrente en mí. ¿Qué tienes que me obsesionas tanto?  

Torre Agbar, el Obús
Quizá son los atrayentes brillos de colores con los que refuljo. Te obsesiono, sin embargo, te veo alta y distante... Tan poco accesible. Junto a ese otro edificio, alto como tú, que tienes al lado, al que envidio por estar cerca de ti. Desearía estar ahí, contigo, mirando al mar y la montaña. Pero tú nunca me has invitado.  

Hotel Arts 
Eso debe ser: Los atrayentes colores, claro. Me gustaría descubrir una nueva entrada a ese Obús. Una que nadie hubiese descubierto antes. Y tener la llave maestra... Pero tienes razón, no me quejo, aquí se vive bien, mirando al mar y a la montaña. Cuando quieras me visitas. Te obsequiaré con bizcochos esponjosos. Besos desde el sexto... (sentido)  

Torre Agbar, el Obús 
Ve preparando los bizcochos esponjosos, porque voy a tu encuentro y, entonces te besaré en la sexta, en la séptima, en .... En todas las plantas. De arriba abajo y viceversa. Apasionadamente. (Creo que estoy un poco besucón, esta mañana)  

Hotel Arts Que bonito se siente el amor entre edificios!. Ven. Te espero. La pasión siempre viene bien. Confío en tu buena forma física, Obús... Besos desde el ascensor... (Ancorado en un entrepiso)  

Torre Agbar, el Obús 
Falta un segundo para la media noche. Debo aprovechar la oscuridad para que nadie note mi ausencia. Parto presuroso al encuentro de quien ya me espera. Vive en el lugar más bonito de la ciudad. Llego a su encuentro con el temblor de un novicio y con la emoción a flor de piel. Pero allí está ella, alta y resplandeciente. Me aproximo y veo como fulgura su imagen. Me ve, me toma de la mano y me guía a su jardín, un jardín donde siempre es primavera. Nos acomodamos en la copa de una de las acacias más altas. Hube de apartar la espesura para ver sus ojos y mil estrellas brillar en ellos. Su pelo largo tan negro, ornado con flores blancas de acanto, su boca habladora y ella oliendo a sí misma ¡Qué hermosa estaba! Me escribió un poema y me leyó las rayas de la mano. Yo le recité a Góngora. Después nos abrazamos escuchando a Chopin. Nos estrechamos durante toda la noche e intercambiamos nuestras feromonas. El alba despunta, ella duerme sosegada, sin embargo amanece. Beso sus ojos y, aunque ha sido una noche en la misma Gloria, ahora debo salir corriendo hacia el centro de las Glorias para que nadie advierta mi ausencia ni me eche en falta. En un dibujo le indico como encontrar la entrada secreta, y sobre él le dejo la llave maestra”. Besos embelesados.  

Hotel Arts 
Como vivo tan cerca de las nubes, me la paso fantaseando, construyendo castillos en el aire. Pero... ¿Ha sido un sueño? Nooo. Era inconcebiblemente real. Tan real e ideal como la imaginación es capaz. Ese sueño que construyes tantas veces en tu cabeza. Ese que ya forma parte de tu vida. Apareció entre luces de dulzura. Tan apuesto, tan brillante... ¡Lo había visto siempre tan lejano allá en Las Glorias!. Lo había idealizado. ¡Es tan fácil idealizar lo que no se conoce! Pero sí, estaba allí, junto a mí, abrazándome entre las acacias de mi jardín primaveral y amándome tanto como yo a él. Todo fue fácil, perfecto. Casi me muero... Siento un nudo a la altura del 39. Tengo el plano y la llave maestra. La próxima visita será la mía, la Torre Mapfre será mi cómplice. Besos cadenciosos... (con notas del Nocturno Opus9 de Chopin)  

Torre Agbar, el Obús
Creo que volveré a ese jardín primaveral y perfumado. El Viento suave y apacible ha traído el sonido de unas notas que el piano Pleyel de Chopin, emocionado en la Cartuja de Valldemossa por nuestro amor, ha abandonado en el aire.  

Hotel Arts 
Esta noche, cuando todos duerman, podemos pasear por las plazas vacías. Admirar las otras arquitecturas. Deambular a la deriva... ¿Me das la mano?  

Torre Agbar, el Obús
 Te doy la mano. Caminemos juntos, sin rumbo, hasta el amanecer. Hasta encontrar lo que deseamos.  

Hotel Arts 
Yo cerraré los ojos. Tú me guías... Hasta el alba. Luego, volvemos al trabajo.

Torre Agbar, el Obús
Ya todos duermen, dejemos las plazas vacías y otras arquitecturas y optemos por tu oasis donde ya camino a tu encuentro. Te descubro en el pórtico de tu jardín primaveral y perfumado entre canto de pájaros y acordes de cítara. Cálida y risueña, y como siempre hermosa. Beso tus ojos, en los que brillan pequeñas estrellas, con delicadeza y amor. Uniendo nuestras manos caminamos como colegiales por una senda ondulante y vegetal, flanqueada de frondosos árboles: Acacias, tilos, álamos, y también alguna conífera. Un aminoácido, semioculto por la hoja de una sabina, nos saluda al pasar. Un grupo de luciérnagas nos guían con luces fosforescentes a través del sendero sinuoso por el que caminamos hasta llegar a un estanque donde brotan nenúfares y aneas. En el agua, las estrellas brillan con claridad inusual. En una nube blanca casi transparente, han colocado las luciérnagas, unas flores blancas de espatifilo, luego han añadido hierbas de canónigos, flores de lúpulo y unas anémonas de jardín, que son como estrellas azules. (Auque unas plantas florezca en verano y otras en invierno, en este jardín primaveral y prodigioso, todo es posible en otoño) Para terminar han espolvoreados un puñado de aminoácidos esenciales que dormitaban placidamente en la hoja de un acanto y todo ello lo han aderezado con unas gotas de aceto balsámico y, prestas, nos lo ofrecen satisfechas. Tú estás a mi lado, miro tus ojos, me acerco un poco más y te abrazo, entonces.... es entrar en el paraíso, sentir la felicidad más absoluta. A partir de ahora lo que ocurre queda para nos, porque forma parte de la propia intimidad. Pero creed si os digo que el nivel de endorfinas se elevó hasta el punto mas alto, a un nivel nunca alcanzado. El piano Pleyel de Chopin compuso para nosotros un nocturno primaveral con notas otoñales que flotó en el aire toda la noche y nos embelesó hasta el amanecer. Ahora ha llegado la hora del crepúsculo matutino y la cotidianidad nos espera. 
 Besos madrugadores, princesa.  

Hotel Arts 
 Las primeras luces del alba me trajeron vestigios de tu estar. (Como la jugosa pulpa de cien mil granadas granándome por dentro...) Esta noche tuvimos vida propia. ¿Tuya o mía?...,de los dos. Equilibrada.  

Torre Agbar, el Obús 
 Sin interrogantes. Vida propia, tuya y mía, de los dos. Equilibrada e igualada. Espero.  

Epílogo
Hoy sabemos que la Torre Agbar, el Obús será, a no tardar, un hotel de 5 estrellas. Equilibrado e igualado al hotel Arts. Entonces todo será posible y el piano Pleyel de Chopin, nuevamente, sonara para ellos.  

Texto: C.F. y J.S. o viceversa.

martes, 1 de febrero de 2011

Plenilunio










Napol Eón

L'empératrice
Esta noche veía esa Luna, y ella me veía a mí. Yo le dije cosas bellas y ella me las dijo a mí. Yo le entregué algo hermoso y ella me lo entregó a mí. ¡Esa Luna es tan dulce y serena!. No pude menos que rendirme a la magnificencia de su ser.

Napol Eón
Tus encantadoras palabras han llenado mi corazón de las sensaciones más placenteras.
Gracias, empératrice.
"Te envío tres besos: uno a tu corazón, otro a tu boca y otro a tus ojos".

Interlunio
Pude llenar de estrellas tus ojos pero no ver detrás del espeso tiempo que los ocultó. No siempre estoy segura de que brillen. No sé si las has cogido. Tampoco por qué me ves tan clara. Eres aún más tierno, tanto como un niño orgulloso y ajeno.

Interlunio
¡Atrapemos algo que sea como un globito de tiempo! ¡Ahora! Un fragmento veloz del que nos suspendamos de su sentido. ¡Uy!¡Disfrutemos de eso! Me gusta el paisaje que tienes en tu cabeza. Siente tú también la fuerza del mío. Pero no te entretengas. I wish you were here amor. Empiezo yo: ¿aún brillan?

Novilunio
Anoche ha vuelto a brillar y una energía inmaterial y cósmica ha cruzado el cielo y el mar y todo de luz ha inundado. Voy presuroso, puesto, que tu deseo es mi deseo.

Interlunio
¿De verdad quieres entrar en mi jardín? (Valiente, sí que eres) Oye, el ligustro está descuidado y lo afea todo. (Vete, te lo ruego, esto ya no es lo que era) Luego el lotus que todavía se deja asolar por la cortadora de césped -es que no se entera- y las violetas de cada año aún no han asimilado su fugacidad. ¡Qué penita! Hay más y más. No obstante, si algo de esto no te espanta, entonces, dime qué hago con la ceropegia. Esta vez se ha pasado. A veces sueño con desligar sus pálidos corazones y apilarlos en montoncitos según grises, verdes y rosáceos -sería una salida- o meter sus paracaídas egoístas de sexo en un cajón para que ya no vuelvan a herirme. Créeme, lo he visto todo hasta cómo traga insectos en un tris. Como comprenderás desestimo el amor a primera vista y tengo mis razones: tanto la he mimado y apenas si conozco algo de su complejo mundo. Es que no hay derecho. La quiero toda para mí -no ser quién la mira, amor, ¿me entiendes?- Eso me tortura. ¡Ay, de mi jardín! Sólo crecen misterios. PD: Gracias por tu regalo. En cuanto te apetezca, cuéntame aquello de lo que hablamos.

Novilunio
Me atraen los jardines poblados de misterio, pero no sé que decir del ligustro. ¿Es disciplinado? Entonces colócale a la sombra. Lo del lotus me preocupa, si bien, se acostumbrará, veras. Es cuestión de tiempo. Lo de las violetas lo veo normal. Nada excepcional. ¿La ceropegia? ¡Pobre ceropegia! Debes ser tolerante con ella, tú sabes que es dada a los excesos. No tomes esas medidas tan drásticas. Ella, aún, es joven. Ea, pues, voy a contarte aquello de lo que hablamos. “Los únicos caminos de búsqueda que cabe concebir: el uno, el de que es y no es posible que no sea. Es ruta de Persuasión, pues acompaña a la Verdad; el otro, el  que no es y el  que es preciso que no sea. Éste, te aseguro, es sendero totalmente inescrutable." "Y ya sólo la mención de una vía queda: La  que es. Y en ella hay señales en abundancia; que ello, como es, ingénito e imperecedero, entero, único, inmutable y completo." Y el azar se encargará de todo lo demás. Tú, me das las gracias, sin embargo, yo, me acuso de haber “fusilado” a Parménides.
Ahora, un ósculo succionador vuela.

PD: El psiquiatra me ha dado hora para el lunes.

Interlunio
(De parte de Catulo; me pidió el favor de que lo depredara como quisiera hasta el hartazgo.
¡Dice que las personas ya no leemos a los clásicos ¿? !).

Carmen V
Vivamus, mea Lesbia, atque amemus, rumoresque senum severiorum omnes unius aestimemus assis. soles occidere et redire possunt: nobis, cum semel occidit brevis lux, nox est perpetua una dormienda. da mi basia mille, deinde centum, dein mille altera, dein secunda centum, deinde usque altera mille, deinde centum. dein, cum milia multa fecerimus, conturbabimus illa, ne sciamus, aut nequis malus invidere possit, cum tantum sciat esse basiorum. Vivamos, Lesbia mía, y amemos, que los rumores de los muy severos viejos todos juntos no valgan ni un centavo para nosotros. los soles pueden morir y renacer, una vez que muera una breve luz para nosotros, una única noche eterna nos queda dormir. dame mil besos, luego cien, luego otros mil, por segunda vez cien, después hasta otros mil, luego cien... luego cuando sumemos muchos miles, los confundiremos para no saber, ni para que algún maldito pueda envidiarnos cuando sepa que son tantos besos. PD: Lo del latín, permítemelo; así, si la traducción no suena del todo bien, tendrás la oportunidad de leer el original e inventarte lo que más te guste. Compártelo con apasionamiento o con amistad, según beneficie la ocasión. ¡El mejor fin de semana para ti!

Novilunio
VII
Tú me preguntas ¿cuantos de tus besos, Lesbia, serían suficientes para mi? Tantos como los granos de las arenas de Libia que yacen en Cyrenis de laserpicïo, entre el oráculo del ardiente Júpiter y la tumba sagrada del anciano Bato. O tantos como las estrellas que en el silencio nocturno observan los amores furtivos de los mortales. Sólo tantos besos de tu boca serian suficientes para el loco de Catulo. Tantos besos que ni los curiosos puedan contar ni las malas lenguas hechizar.
Gaius Valerius Catullus, dice y acierta: ¡Tiempo ignorante y corrompido!
El mismo deseo para ti: El mejor fin de semana.

Une partie de Campagne











Napol Eón


No hay distancia que no se pueda recorrer,
ni meta que no se pueda alcanzar.

Amélie
Estoy de acuerdo. Las barreras sólo están en nuestra mente. Bonita fotografía. Saludos.

Jellybelly
Precioso cielo... buena combinación de colores.

Napol Eón
Es un placer saber que os gusta. Saludos afectuosos.

Blessingway
Debió ser un bonito paseo. Veo unas escaleras que conducen seguramente a esa cruz. ¿Qué significado tiene ese lugar?...(Si es que lo tiene, claro). La foto te quedó preciosa, Napol Eón.

ama
Yo también quiero opinar. Me gusta el encuadre de los objetos y a pesar de estar todo el peso en la parte derecha, da fuerza al resto, una imagen muy nítida y limpia, los tonos dorados se armonizan con el resto creando un ambiente que se revela ligero cuanto mas se aleja hacia el horizonte. Felicidades porque lo que es a mi me gusta mucho la imagen, el lugar y el momento capturado. Saludos

Napol Eón
Este lugar está en una meseta con una altitud sobre el nivel del mar de 900 m. Y esa escalera nos eleva un poco más sobre el terreno y nos conduce a una especie de mirador, desde el cual se divisan alrededor de 20 poblaciones de la comarca En cuanto a esa cruz que se puede ver a la derecha de la imagen, y de la cual, según me cuenta un lugareño, es un vestigio superviviente de lo que fue, en tiempos lejanos, una ermita medieval.
En torno a ella se cuenta una historia: En tiempos remotos, una joven llamada Magdalena, -hija de un noble de la zona-, la cual, cada tarde, solía acudir a caballo al mirador para contemplar ese espacio de la llanura, entonces, vacío. En una de esas tardes de solitaria contemplación, Magdalena fue atacada por un oso y despedazada sin poder sobrevivir al ataque. Su desconsolado padre hizo levantar en ese lugar y en su honor, una ermita.
Actualmente, las parejas que se casan en esta poblacion, se fotografían junto a lo que queda de aquella ermita. Hoy, una sencilla cruz: La Cruz de Magdalena.
Merci beaucoup pour vos paroles qui ravissent moi.

La persistencia de la memoria











Napol Eón


ama
Muy maja esa calle. Me recuerda a un pueblecito que visite por la provincia de Soria. Saludos

_May_
Mañanas alegres, inconscientes, de ojos legañosos. Mañanas para no darle importancia a nada. Tardes quietas en las que corretear bajo esos soportales, ideando nuevos planes de juego, nuevas hazañas, a cual más audaz. Tardes para creer en todo, fumando cigarrillos a escondidas a la hora de la siesta. Y el implacable sol del estío haciendo chiribitas sobre las piedras de la calzada... Lluvia o nieve cayendo, en el crudo y largo invierno. Manoplas, gorros y bufandas. Carteras de cuero y zapatos "Gorila". Sueños -secretos- con alguna niña mayor...incipiente barba... Como un intangible cordón umbilical, los recuerdos nos mantienen unidos a los sitios que amamos.

Amélie
Pues a mi me ha parecido una calle en Guatemala. Saludos.

en Guatemala?
con un buzon de correos de España??? ummmmmmmmmmm

jajajajajaja
me estoy partiendo de risa a mas no poder con el comentario anterior..... Oh, que bueno!!!

Napol Eón
Hay recuerdos que dormitan en lugares recónditos de la memoria. Pero, también, palabras capaces de reavivar y mostrarlos de nuevo con una viveza tal, que parece como si el tiempo no hubiera pasado por ellos.
Al leer tu texto, _MAY_, he sentido muy próximo algunos instantes de mi infancia y juventud, transcurridos en lugar semejante al que se muestra en la imagen. En una ciudad de calle porticada con columnas de piedra, con inviernos muy fríos y veranos cálidos y secos. Una calle que recorrí decenas de veces y cuyas 192 columnas de piedra, llegué a conocer con todo detalle. Ahora tus palabras han sido capaces de avivar esos recuerdos adormecidos y me han transportado a un tiempo de infancia, que recuerdo feliz.

Gracias a quienes habéis parado por un momento, para dejar vuestro sentir bajo estos soportales.

sábado, 29 de enero de 2011

La Cruz de Magdalena















Napol Eón

Blessingway
"En las cimas, Dios se vela tras la roca o tras la nube; Aquí puedes hablarle sin que nada se interponga entre los dos; en las ásperas montañas, hasta Dios el hombre sube; solamente en las llanuras, hasta el hombre baja Dios."
(Emilio Ferrari)
Preciosa.

ama
Muy buena mención Bless la de Emilio Ferrari. La imagen tiene una gran fuerza, en el camino de la vida muchas veces se pierden fuerzas y en otras se refuerzan pero a medida que caminamos los pasos son mas fuertes y firmes pues aun sin saber a donde nos lleva ese camino, si que sabemos lo que queremos y cada paso se hace mas en una propia convicción. Gracias y saludos cordiales. ama

Napol Eón
Agradezco vuestras palabras que me han emocionado.
Gracias por deteneros en esta imagen.

Las águilas vuelan bajo en la meseta











Napol Eón

Blessingway
Ya te dije: Es que las llanuras son privilegiadas. :) El águila es un ave magnífica. Elegante, majestuosa...y la más simbólica de las aves desde las primeras civilizaciones hasta hoy. ¡Todo un privilegio poder admirar a ese jinete de las nubes desde la mismísima llanura! Bonita foto, Napoleón. La torre está restaurada, pero el resto parece un poco abandonado. Si te parece, nos dices dónde es.

Napol Eón
Muchas gracias, Blessingway.
Eres muy amable y me alegra que te guste la foto.
Este edificio se conoce con el nombre de Iglesia de S. Juan. Construido a partir del s. XV. Queda en pie su torre, la sacristía y el pórtico de entrada. En el edificio se está realizando a una importante restauración.
La propiedad es del Ayuntamiento y una vez terminada la restauración se utilizará como centro Cultural.
Este pueblo es el lugar de nacimiento del autor de esta copla: “Recuerde el alma dormida, avive el seso y despierte contemplando cómo se pasa la vida, cómo se viene la muerte tan callando,...”
Dejo información para quien tenga interés en conocer algo más de este lugar.

Blessingway
Gracias, Napoleón. Esos versos son extraordinarios. Te dejo otros, aunque mucho anteriores a la época de Jorge Manrique, seguro que él los conocía. Del capítulo 1 del Eclesiastés: ¡Vanidad de vanidades! , ¡vanidad de vanidades, todo vanidad! ¿Qué saca el hombre de toda la fatiga con que se afana bajo el sol? Una generación va, otra generación viene; pero la tierra para siempre permanece. Sale el sol y el sol se pone; corre hacia su lugar y allí vuelve a salir. Sopla hacia el sur el viento y gira hacia el norte; gira que te gira sigue el viento y vuelve el viento a girar. Todos los ríos van al mar y el mar nunca se llena; al lugar donde los ríos van, allá vuelven a fluir. Todas las cosas dan fastidio. Nadie puede decir que no se cansa el ojo de ver ni el oído de oír. Lo que fue, eso será; lo que se hizo, eso se hará. Nada nuevo hay bajo el sol...
Buen día de jueves para todos.

En la montaña











Napol Eón

Joseph Ine
Napol Eón, usted corretea por sitios muy bonitos. ¿No precisará una edecán por casualidad?...

Napol Eón
Pues sería de agradecer y de gran ayuda. Porque entre trípodes, óptica, filtros, fotómetro, medición de la luz y otras zarandajas, su asistencia sería muy útil. Puesto que a veces, con tantos aparatos y parámetros a tener en cuenta, me complico un poco en el momento de la toma. Y además, sería bueno también, poder conversar con alguien mientras uno va de aquí para allá. De un sitio a otro.
O sea: Que sí, Joseph Ine.
Gracias.

Joseph Ine
¡Oh, qué honor!. ¡Gracias a usted, Napol Eón!. No se preocupe que yo le sostengo el trípode, la botella del agua, y todos los aparatos que le hagan falta. Converso con usted del tiempo, de economía, de música o del cualquier tema baladí: Lo importante es no sentirse solo en esas llanuras... O montañas... Quedo a la espera nomás.

Napol Eón
Estimada señora: Le agradezco infinito su interés; y en la próxima salida de campo, espero contar con su estimable ayuda y colaboración.
Poder conversar placidamente con usted, sobre los temas que surjan, será para mi un gran placer.
Muchas gracias, Joseph Ine